Nuestros pensamientos suelen ser productos de un mecanismo de creencias sobre quiénes somos, cargados muchas veces de limitaciones sobre nuestra visión de la realidad, y sobre todo surgen involuntariamente de ese mecanismo.
La meditación canalizada, tiene como propósito dirigir nuestros pensamientos. Transformar las raíces de lo mecánico hacia la voluntad de la creación consciente . Estos nuevos pensamientos serán los partícipes y creadores de una nueva realidad, basada en la escucha y la voluntad de nuestra alma que aspira a nuestra evolución.
Cada meditación es única y nace del encuentro de nuestra presencia, tanto en sesiones individuales como en las grupales.
El contenido de la meditación es muy enriquecedor al ser un mensaje directo de nuestra alma. Siempre presente, clara y amorosa.
A través de la meditación canalizada, centramos a la mente y su forma de funcionar, devolviéndole calma, y su lugar de colaboración con nuestra evolución, quitándole peso de ser la única voz guía.
Nuestra mente se aligera y se abre a percibir la información de otras fuentes, como la intuición. La voz del alma, convirtiéndose así, en la mente maestra, que es natural en el ser humano.